Liderazgo Efectivo: La Importancia de la Inteligencia Emocional en las Organizaciones
Por muchos años se tuvo la convicción que las personas más capacitadas para ser líderes dentro de las organizaciones eran aquellas que tuvieran el coeficiente intelectual más alto o las mayores destrezas técnicas. Sin duda estas dos características son importantes al momento de liderar, pero para ser un líder efectivo debes contar con algo fundamental, una alta inteligencia emocional.
Una persona puede tener las mejores calificaciones en la universidad y tener una gran formación técnica, y aun así ser incapaz de dirigir un equipo hacia la consecución de sus objetivos.
¿Qué es la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional se define como la capacidad para identificar, comprender y controlar las emociones de forma correcta, con el fin de facilitar las relaciones con los demás, el logro de las metas y la superación de obstáculos.
La IE está pensada para ser la fuerza conductora del liderazgo dentro de las organizaciones y es definitivamente importante no solo dentro de la Cultura de las organizaciones sino también para el desarrollo profesional en general.
Tener inteligencia emocional te ayuda a ser más agradable, a tener mejor manejo en las negociaciones. Podrás trabajar bajo presión y realmente serás capaz de manejarte mejor a ti mismo y a los demás.
¿Por qué debemos cultivar nuestra inteligencia emocional?
La mayoría de los líderes operan en situaciones retadoras, siempre están gestionando y tomando decisiones en ambientes de alta presión. Estas situaciones son mucho más fácil de manejar si tienes una alta inteligencia emocional. Además, Estos líderes retienen al talento y empoderan a su equipo de trabajo mucho mejor. Es decir, contrata lideres con alta inteligencia emocional y tus trabajadores estarán mucho más motivados.
¿Cómo saber si alguien tiene alta inteligencia emocional? ¿Cómo reconocerla en uno mismo?
Según Daniel Goleman, psicólogo estadounidense referente en IE, existen cinco elementos principales de la inteligencia emocional en el liderazgo:
- Autoconciencia.
- Autocontrol.
- Motivación al logro.
- Empatía.
- Las habilidades sociales.
Sí después de leer esto haces una autoevaluación y no encuentras rasgos de estas cualidades hay una buena noticia: como todo en la vida, estas habilidades se pueden aprender y cultivar en las personas y en las organizaciones.
Autoconciencia
El primer componente de la inteligencia emocional es la capacidad de conocerse a sí mismo. La autoconciencia consiste en desarrollar un profundo conocimiento de nuestras emociones, fortalezas y debilidades, motivaciones y necesidades. Las personas con fuerte autoconciencia se reconocen porque no son demasiado críticas consigo mismo pero a su vez tampoco se hacen esperanzas irreales, además reconocen cómo sus emociones afectan a sí mismos, a las personas que las rodean y a su propio desempeño en el trabajo. En conclusión; son honestas con ellos y con los demás.
La autoconciencia abarca el entendimiento que cada persona tiene de sus valores y metas. Una persona autoconsciente sabe hacia dónde va y cuál es su propósito, es por esto que buscan ofertas de trabajo que estén acorde con estos valores y los impulsen a lograr sus objetivos.
La autoconciencia desarrolla 3 competencias emocionales:
- Conciencia emocional: Identifica las propias emociones y los efectos que puedan tener.
- Correcta autovaloración: Conocer las propias fortalezas y debilidades.
- Autoconfianza: Fuerte sentido del propio valor y capacidad.
¿Cómo actúan las demás personas con un líder con poca conciencia de sí mismo?
Dependiendo el contexto, los subordinados y los pares pueden aislarlo consciente o inconscientemente, evitan interactuar con ellos y compartir información relevante. Estos cortocircuitos sin duda dificultan el trabajo en equipo y el logro de sus objetivos.
Una persona con baja autoconciencia está dispuesta a tomar decisiones que atenten contra sus valores. Debido a esto encontramos tantas personas que no son felices en su trabajo y solo esperan fin de mes para cobrar su cheque.
Además, estas personas pueden tener la sensación de ser buenos jefes pero sus colaboradores lo perciben como un tirano.
Con esto claro, desarrollar esta capacidad es muy importante para los líderes, porque además de destrezas técnicas necesitan tener buenas habilidades como personas, ellos necesitan ser capaz de sintonizar dentro de las mentes y emociones de otras personas y entender como están pensando y así influir en sus acciones.
Cuando los líderes demuestran autoconciencia, son más capaces de actuar con Autocontrol, esta es la segunda competencia crucial en Inteligencia Emocional.
Autocontrol
El autocontrol es la cualidad que nos permite controlar de forma consiente y adecuada nuestras emociones, tanto las positivas como las negativas.
Para Daniel Goleman “La habilidad para hacer una pausa y no actuar por el primer impulso se ha vuelto un aprendizaje crucial en nuestros días”.
Es importante mencionar que cuando hablamos de autocontrol, no nos referimos únicamente a dominar nuestras emociones, la clave está en saber manifestarlas o retraerlas en el momento correcto.
Por otro lado, debemos ser consiente que todas las personas tienen derecho de decir o expresar lo que quieran, siempre y cuando no vulneren los derecho de nadie. Por esto el autocontrol está íntimamente relacionado con la asertividad. Desarrollar una conducta asertiva nos permite debatir y expresar nuestros puntos de vista sin herir o dañar o las demás personas.
El autocontrol está formado por 5 actitudes emocionales
- Autorregulación: Mantener bajo control las tensiones y emociones perjudiciales.
- Confiabilidad: Mantener normas de honestidad e integridad.
- Escrupulosidad: Aceptar la responsabilidad del desempeño individual.
- Adaptabilidad: Flexibilidad para reaccionar ante los cambios.
- Innovación: Apertura y disposición ante ideas y enfoques novedosos.
¿Por qué es tan importante el autocontrol para los líderes?
Primero, los líderes que son capaces de controlar sus emociones e impulsos son mucho más razonables y capaces de generar confianza en su equipo. El autocontrol del líder conduce a un ambiente ameno dentro de las organizaciones, donde las peleas internas y los egos se reducen y la productividad aumenta. En estos ambientes se premia y se exalta a las personas con talento y los trabajadores no tienen miedo de exponer sus ideas porque saben que del otro lado está un líder sereno.
Menos mal humor en los altos directivos significa aún menos mal humor en toda la organización.
Segundo, el autocontrol afecta directamente a la competitividad.
Es de conocimiento general que en la actualidad los negocios están llenos de incertidumbre. Las empresas se crean y mueren a un ritmo vertiginoso. Quienes logran dominar sus emociones puede manejar los cambios y sobrevivir.
Te invitamos a leer nuestro artículo: Navegando la incertidumbre: 7 Estrategias para prosperar en un mundo cambiante
¿Cuáles son los beneficios del autocontrol emocional?
Al desarrollar autocontrol podemos lograr grandes beneficios físicos y psicológicos, como por ejemplo:
- Reducción considerable en los niveles de estrés.
- Incremento de relajación física y psíquica.
- Adquisición de métodos de autocontrol que te ayudaran a manejar y superar la ansiedad.
- Mejor manejo de situaciones adversas en tu trabajo y capacidad de trabajar bajo presión
- Eliminación de bloqueos mentales.
- Aumento de autoestima mejorando tu calidad de vida y tus relaciones personales.
Motivación al logro
Si hay una cualidad casi que por defecto de todos los líderes tienen es la motivación.
Los líderes están impulsados a conseguir objetivos por encima de cualquier tropiezo que puede haber en el camino. Tienen incorporada la palabra logro en su cerebro.
¿Qué significa estar motivado?
Hacer tu trabajo del día a día con pasión y sin apatía. Es por esto que debemos tener claro cuáles son las pasiones personales, profesionales y laborales de cada uno de los miembros de nuestro equipo de trabajo para que sea más sencillo mantener esa motivación a flote.
La motivación puede ser intra-personal o interpersonal, es decir que podemos hablar tanto de la capacidad de motivarnos (automotivación) como de la capacidad de motivar a otras personas.
La motivación está compuesta por 4 actitudes emocionales:
- Afán de triunfo: Interés orientado de mejorar o responder a una norma de excelencia.
- Compromiso: Alinearse con los objetivos de un grupo u organización.
- Iniciativa: Disposición para reaccionar y aprovechar las oportunidades.
- Optimismo: Persistencia para cumplir objetivos; a pesar de barreras y retrocesos que pueden presentarse
La motivación dentro de la organización no es estática, va cambiando según muchos factores tanto internos como externos, una buena forma de gestionar estos factores es con herramientas de medición de clima organizacional.
Conoce nuestra herramienta de medición OCC Pulse
Muchas personas tienen como motivación un salario alto o el reconocimiento que puede tener un cargo dentro de una empresa prestigiosa. A diferencia de los líderes innatos, quienes encuentran la motivación dentro de sí mismo y en su propósito.
Resulta casi obvio comprender porque la motivación al logro traduce un fuerte liderazgo. Un líder que se encuentre motivado y sea capaz de transmitir ese estado mental al resto de su equipo encontrará una organización empoderada y orientada a la consecución de las metas. El optimismo y el compromiso organizacional son fundamentales para el liderazgo.
Una de las mejores prácticas para motivar a las personas es dar un buen feedback. Todos nos hemos sentido decepcionados cuando hacemos un buen trabajo y nadie lo reconoce. Dar una buena retroalimentación tanto en momentos positivos como negativos es clave para mantener motivado a nuestro equipo.
Un buen feedback vale más que 5 amenazas, 3 regaños y 1 memorando.
Por último, la motivación es un factor emocional que debemos trabajar y aumentar día a día, teniendo un propósito claro, creyendo en nuestros sueños y retándonos constantemente.
Empatía
La empatía significa tener la capacidad de ser consciente y comprender los sentimiento, emociones y pensamientos de las otras personas, en pocas palabras ponerse en los zapatos del otro.
En cuestiones de liderazgo, la empatía no significa adoptar las emociones de otros como propias y tratar de complacer a todos. Eso sería prácticamente un suicidio. Empatía significa tener en cuenta los sentimientos y emociones de los empleados, en conjunto con otros factores, al momento de tomar decisiones inteligentes.
La empatía desarrolla 5 actitudes emocionales
- Comprender a los demás: Percibir los sentimientos y perspectivas ajenas e interesarse por sus preocupaciones.
- Ayudar a los demás a desarrollarse: Darse cuenta de las posibilidades de desarrollo de los demás, reforzar sus habilidades y estimular su capacidad.
- Orientación hacia el servicio: Prever, reconocer y satisfacer necesidades de otros.
- Aprovechar la diversidad: Desarrollar las oportunidades a través e personas diversas.
- Conciencia política: Interpretar las corrientes sociales, políticas y emocionales del grupo y el poder de las relaciones entre sus miembros
El desarrollo de la empatía es fundamental en el liderazgo por varias razones: la creciente tendencia de trabajar en equipo, la globalización y la necesidad de retener el talento. El líder debe ser capaz de percibir y comprender los puntos de vista de cada uno de los miembros de su equipo de trabajo.
Además, la empatía ayuda a entender y estar abierto a las diferencias étnicas y culturales que ha traído consigo la globalización en el mundo de los negocios.
Finalmente, la empatía juega un papel clave en la retención del talento. Cuando los buenos trabajadores se van, se llevan el conocimiento de la compañía y en algunos casos los clientes.
Para profundizar más en el tema de la retención, escribimos el siguiente artículo. Convirtiendo la Rotación en Retención: El Poder de los Líderes
Habilidades sociales
Las habilidades sociales son el conjunto de hábitos y conductas que nos permite mejorar nuestras comunicaciones con los demás, mantener relaciones interpersonales sanas y beneficiosas y conseguir que los pensamientos o palabras de los demás no nos trunquen en miras de lograr nuestras metas.
Estas conductas incluyen componentes como la resolución de conflictos, la comunicación verbal y no verbal, el saber escuchar y la respuesta eficiente a las críticas.
Además, las habilidades sociales abarcan 8 capacidades emocionales.
- Influencia: Idear tácticas efectivas de persuasión.
- Comunicación: Practicar una buena escucha y elaborar mensajes convincentes.
- Manejo de conflictos: Saber negociar y resolver los desacuerdos que se presenten dentro de un grupo.
- Liderazgo: Capacidad para inspirar y guiar a individuos o a grupos.
- Catalizador de cambios: Iniciar o manejar las situaciones nuevas.
- Establecer vínculos: Alimentar y reforzar las relaciones interpersonales.
- Colaboración y cooperación: Trabajar con otros para lograr metas compartidas.
- Habilidades de equipos: Ser capaz de crear sinergia para la persuasión de metas colectivas.
La personas sociables tienden a cultivar un amplio circulo de conocidos y tienen el don de despertar simpatía. Estas personas tienen claro que pueden hacer mejor su trabajo relacionándose con las personas adecuadas y que nada importante se puede hacer solo.
La mayoría de los deseos, sueños y anhelos que desarrollamos a lo largo de nuestras vidas dependen de la participación de otras personas. Es por esto que las habilidades sociales son una pieza fundamental para lograr nuestros propósitos.
Las habilidades sociales se perciben dentro del ambiente laboral de muchas formas. Por ejemplo, a las personas con habilidades sociales se les facilita el manejo de equipos de trabajo; además son expertas en persuasión y en ventas.
Alguna vez te habrás preguntado ¿Por qué x compañero logró primero un ascenso sí hay otra persona con 5 años de más trayectoria dentro de la compañía? seguramente este compañero hizo valer sus habilidades sociales para conseguir este logro.
Sería una mentira afirmar que el coeficiente intelectual y las habilidades técnicas no son importantes para ejercer liderazgo. Pero el eslabón principal es la inteligencia emocional. Ahora sabemos que para que el desempeño sea superior, los líderes deben ser fuertes emocionalmente.
En conclusión, es afortunado que la inteligencia emocional pueda aprenderse. Este proceso no es fácil. Más que tiempo se necesita compromiso, pero sin duda las ventajas de desarrollar una buena inteligencia emocional, tanto en un ámbito personal como para la organizacional, hacen que valga la pena el esfuerzo.