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Muy seguramente habremos pronunciado o escuchado esta expresión o similares: “Vení, conversemos” en innumerables ocasiones a lo largo de nuestras vidas, bien sea formulada como una invitación, como una petición, como una exigencia; en fin, con diferentes intenciones.

Cuando planteamos esa declaración, nos referimos a una de las variantes más poderosas de la comunicación humana: la Conversación. Ese vehículo fundamental para la cocreación de relaciones, ese versar con otro, esa danza en la que utilizamos diferentes canales y medios para expresar mensajes, ofrecer información, intercambiar puntos de vista, etcétera,  que  siempre precisa de la presencia de Otro, al menos uno, para que exista;  excepto en el caso extremo de la conversación consigo mismo, el soliloquio, aquella  a la que se hacía alusión  Don Antonio Machado cuando versaba:  “converso con el hombre que siempre va conmigo, quién habla solo espera hablar a Dios un día”.

Si, sin el Otro no conversamos. Parece obvio. El Otro, la Otredad es requisito para que la conversación exista: “Para poder ser yo, he de ser otro, buscarme entre los otros, aquellos sin los cuales no soy nada, aquellos que me dan plena existencia” nos decía Octavio Paz, el Nobel mexicano de literatura.

Así mismo el Liderazgo precisa que exista Otro, Otros, con quienes interactuamos, esos Otros que “me dan plena existencia”.

¿Cómo fuimos aprendiendo a conversar? Lo fuimos haciendo de manera natural, en alguna medida derivada de la necesidad del ser humano para expresarse, para sobrevivir, para desarrollarse y que tiene uno de sus primeros hitos justo en el momento sublime del nacimiento cuando el bebé le hace saber a su madre y al mundo, a punta de llanto y gritos, qué esta vivo, que existe y quiere contarle al universo que tiene algo para decir.  Este es el aprendizaje primordial y vital que permite que nos asomemos a futuras conversaciones más elaboradas y complejas.

Luego en nuestro crecimiento, seguimos desarrollando esa capacidad conversacional como mecanismo vital para poder relacionarnos con los demás y uno de los signos de nuestra evolución es confirmada cuando hay una respuesta afirmativa a la naturales preguntas :  “ ¿ Y el niño/niña ya aprendió a hablar?”, “ ¿Y cuál fue la primera palabra que dijo?”, o afirmaciones de admiración por su capacidad para expresarse, o las de preocupación cuando decimos: “ el niño a los años que tiene ya debería hablar más claramente”.

Cuando el proceso va evolucionando, y llegamos a la anhelada respuesta:” ¡¡Si!!  Ya aprendió a hablar”, establecemos otro hito en la historia de la persona que será recordado durante muchos momentos cuando los padres recuerden:  tu aprendiste a hablar a los tantos años.

Y sí, el “ya aprendió a hablar” establece un hito en nuestra historia. Y acá viene nuestra reflexión: Cuántas veces hemos preguntado: ¿el niño ya aprendió a conversar? y aún ahora a tu edad y específicamente en el rol de Líder que tengas: ¿ya aprendiste a conversar?; pues una cosa es que sepas hablar y otra, muy diferente, que sepas conversar y más específicamente que hayas desarrollado tu MAESTRÍA CONVERSACIONAL.  Vital para un Líder del siglo XXI.

Y esto que parece tan obvio nos empieza a plantear que una cosa es hablar, convertir nuestro pensamiento, en expresión verbal,  en fonema acompañado de  corporalidad, emocionalidad,  intencionalidad;  y otra es la creación de ese diálogo en el que ya hay la presencia de Otro, de Otros,  presencia de esa danza de puntos de vista, de ese intercambio de opiniones entre dos o más seres vivos; y que en nuestro caso enfocaremos  específicamente entre seres humanos pues bien sabemos y creemos firmemente que hay posibilidad de establecer ese diálogo con seres vivos de los diferentes reinos de la naturaleza.

En síntesis, una cosa es hablar y otra cosa es conversar y seguro conocemos personas que se expresan muy bien, pero no necesariamente son muy buenos conversadores o a quienes les cuesta tener una buena conversación.

¿Y que es esto de tener una buena conversación y en particular como esto se conecta con el liderazgo, la cultura, la capacidad para conseguir resultados, alcanzar el propósito superior?

Pues bien, reconocemos que hoy por hoy y hacia el futuro, los escenarios conversacionales exigen que el líder se enfrente a audiencias externas e internas que requieren del desarrollo de conocimiento, habilidades y actitudes para consolidar su capacidad de interactuar exitosamente  con aquellas: Medios de comunicación, redes sociales, juntas directivas, entorno globalizado, diversidad cultural, organizaciones volcadas a la conectividad tecnológica, inclusividad, poblaciones variadas dentro de las mismas organizaciones: Centenials, millenials, boomers, etc.

¿Y cómo hacemos para abordar estos retos?  ¿Cómo logramos desarrollar esa maestría Conversacional?, ¿Cómo logramos sobrevivir a la petición que probablemente hayas recibido ya  de uno de los millenials de tu equipo?: “Jefe, necesito urgentemente conversar con usted”.  Algo impensable hace unos años, cuando el permiso para hacer esas invitaciones era exclusivo del jefe.

Afortunadamente vivimos una época en que contamos con muy distintos recursos para abordar exitosamente este reto. Podemos mencionar aquí una lista no acabada de enfoques y escuelas clásicas que nos han ayudado en éste campo: Programación neurolingüística (Richard Blander-John Grinder), empoderamiento del Lenguaje (Gilberto Brenson), la Ontología del Lenguaje (Rafael Echavarría), entre otros.

Nosotros en OCC hemos tomado elementos de todos ellos y les hemos agregado conceptos y herramientas que vienen de ciencias y disciplinas emergentes como las neurociencias, la inteligencia emocional (Daniel Goleman),  la psicología positiva (Martín Selligman), mindfulness (Jon Kabat Zinn, Elizabeth Giraldo, Angela Naranjo); y otros autores como Bárbara Fredrickson, Edmundo Barón, Judith E. Glazer, Otto Sharmer, David Bohm, les hemos incorporado elementos de nuestra propia cosecha y  creado una propuesta sinérgica para apoyar el desarrollo de la capacidad de los líderes para  dialogar exitosamente que hemos denominado MAESTRÍA CONVERSACIONAL.

Con esta propuesta hemos verificado que los líderes organizacionales “descubren los secretos” para gestionar con sabiduría una conversación:  habilidades que debe desarrollar, emociones que están presentes, pasos del ciclo conversacional, los criterios para avanzar o pausar,  tipos de  toma de decisión, lenguaje impecable, gestión del conflicto, etc.,  y además  quedan habilitados para elegir el estilo conversacional adecuado para el tipo de conversación que están teniendo. En nuestro modelo los 4 tipos de conversación son:

  • Conversaciones Poderosas: Aquellas en las cuales hay un intercambio de puntos de vista, se trata de comprender y cocrear. Regido claramente por un propósito superior y el deseo de encontrar la mejor solución, así no sea la propia, tiene como clave el beneficio de la organización y no la victoria efímera de la idea de un área o persona.
  • Conversaciones Informativas: Aquellas de Carácter Transaccional con poco juego dialogante, que están más centradas en llevar un mensaje y se permite un proceso de indagación más de clarificaciones que de encontrar sentido.
  • Conversaciones posicionales: Aquellas en las cuales se establecen posiciones y se trata más de convencer y hacer proselitismo que de encontrar la mejor solución. Es un juego más desde el poder y la conveniencia de un área que desde el beneficio global de la organización.
  • Caóticas: aquellas en las cuales no hay claridad en el objetivo, son dominadas por emocionalidad negativa, el valor agregado es nulo, hay interrupciones permanentes, el lenguaje se llena de ironía y lo mejor que puede ocurrir es que termine pronto.

Todos estos tipos de conversación las tenemos diariamente en las organizaciones, justo en este mismo instante las tres primeras se están presentando en tu organización y si te descuidas, alguna que otra del tipo 4.  ¡Ah!, y en el corto y mediano plazo será inevitable que sigan ocurriendo. Así que, en lugar de pretender negar su existencia, lo mejor es que te prepares.

Para ello en OCC SOLUTIONS ponemos a tu disposición el PROGRAMA DE MAESTRÍA CONVERSACIONAL que te permitirá comprender las características de cada una de los cuatro tipos de conversaciones, avanzar en el desarrollo de las habilidades que requieres para abordar cada una de ellas, y lo mejor de todo, comprender los “secretos” para viajar hacia conversaciones transformadoras, dónde todos ganan.

Cuando logres esto, habrás llegado al punto en que puedas afirmar: no solo sé hablar, ahora también aprendí a conversar.  Y sabrás reaccionar mejor a aquel llamado: Vení, Conversemos.

Francisco-Fernandez

Francisco Fernández

Socio Consultor

Ingeniero industrial Universidad Nacional de Colombia, MBA universidad EAFIT. Especialización en Diseño de Experimentos Universidad de Wisconsin. Facilitador Profesional Certificado por IAF. ( Minneapolis). 25 años en el mundo organizacional, 13 de ellos en sector financiero (Grupo Bancolombia).
Enfasís en Estrategia, Transformación de Cultura Organizacional, Liderazgo, Excelencia Operacional.
Participación en diseño e implementación de procesos de transformación Cultural y organizacional en diferentes compañías en diferentes sectores. Desarrollo de procesos de gestión de cultura organizacional, liderazgo y formación de facilitadores de cultura (alrededor de 800) desde hace más de 20 años, en más de 75 organizaciones, 12 países de américa latina. Coach certificado por ICF y por OlaCoach (España) .
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